La rectofobia, el miedo al culo y otras fobias extrañas
Una de las más curiosas es el miedo al miedo (fobofobia). Las personas que lo sufren se agobian tanto ante la idea de que una fobia los incapacite que acaban siendo víctimas de su propia prevención. Tampoco figura entre los más comunes el miedo a los payasos (coulrofobia), aunque es fácil imaginar, especialmente para un adulto, una película de terror en la que el asesino en serie actúe disfrazado de clown, con la cara pintada de blanco y una bola roja en la nariz.
La lista de fobias extrañas puede ser larga, tan grande como la especie humana. Desde el miedo al hombre del saco (bogifobia) al temor a las chicas guapas (caliginefobia) hay todo un mundo que incluye el rechazo a los alemanes y holandeses (dutchfobia); a las prostitutas (cipridofobia); el miedo a abrir los ojos (optofobia), incluso al miedo al culo (rectofobia). El recelo irracional a la fiesta de Halloween, que también existe, se llama Samhainofobia.
Es un problema de salud muy extendido porque las fobias son trastornos derivados de la ansiedad, que es la enfermedad mental más frecuente.
Más información en: ABC
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