Por qué es mejor no tener un jefe simpático

Todo el mundo quiere tener un jefe que lo trate bien, que te respete a ti y a tu trabajo, te rete a ser mejor y desee verte desarrollándote como profesional y líder. Sin embargo, hay demasiadas personas que ven a un jefe duro y llegan apresuradamente a la conclusión de que se trata de un tirano. Y esto es lo que esas personas no entienden: sólo porque alguien es amable no quiere decir que sea un buen patrón. He visto a muchos jefes que se ufanan de que son exigentes, pero en demasiados casos lo que quieren es ser apreciados por los empleados. Además, quieren que se hable bien de ellos, que sus subordinados sean sus "amigos".
(Más información en: BBC Mundo).

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