Dopamina, egoísmo y normas sociales
En la actualidad, las neurociencias –más allá de su tradicional foco en el individuo- incorporan a sus intereses el análisis del comportamiento social. Para ello se valen de los avances que se producen en otra disciplina cercana, y que también encuentra una de sus bases en la explicación biológica de la conducta, la psicofarmacología. El propósito de estas investigaciones es, básicamente, desentrañar cuáles son los mecanismos neurobiológicos que favorecen la aparición de determinadas formas de comportamiento social. Y en este punto, el papel de la psicofarmacología es clave, ya que tales mecanismos –se postula en ocasiones- son de índole neuroquímica; es decir, hacen referencia a la transmisión de señales y la comunicación neuronal en el cerebro. Pero además, la administración de sustancias –fármacos- en contextos experimentales permite una vía eficaz para el contraste de hipótesis neurobiológicas sobre la conducta social.
Más información: Psynthesis
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