Las endorfinas podrían ser responsables de la obsesión por el bronceado
Un estudio de la Escuela Médica de Harvard (EE UU) revela que la exposición crónica a la radiación ultravioleta (UV) provoca en ratones la liberación de endorfinas β –conocidas como hormonas del bienestar–. El hallazgo, publicado en la revista Cell, demuestra que la adicción al sol comparte la misma vía hormonal que la del consumo de heroína. Dicho mecanismo es responsable de paliar el dolor mediante la activación de los receptores opioides. "Es sorprendente que estemos genéticamente programados para ser adictos al carcinógeno más accesible del mundo: el sol", según Fisher.
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