Si no sueltas el pasado, no podrás aferrar el futuro
Sería fácil afirmar que el pasado no existe. Si comprendemos el tiempo como una línea unidireccional y lo dibujamos sobre el suelo, parándonos justo en un punto que señale nuestro presente, es fácil ver que el pasado ha quedado atrás. Sin embargo, para las personas que han sufrido una pérdida importante, han sido víctimas de un trauma o que simplemente no se encuentran a gusto en su presente, el pasado sigue siendo muy real. Para estas personas, su presente es su pasado. En esos casos, la persona vive aferrada a sus recuerdos rememorando continuamente imágenes que pertenecen a su pasado. (Leer más en: Rincón de la piscología).
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