Entre la autoestima y el autorespeto, elige siempre el respeto hacia uno mismo
Desde pequeños nos enseñan a respetar a los demás. Nuestros padres nos enseñan a respetar a los adultos y a los otros niños, nos señalan cuándo nuestras palabras o acciones pueden hacerles daño y, si les faltamos el respeto, nos animan a pedir perdón. Sin embargo, es probable que nadie te haya hablado nunca del respeto hacia uno mismo. En la mayoría de los casos, esa constante proyección hacia afuera puede hacer que nos olvidemos de la persona más importante en nuestra vida: nosotros mismos. Cuando nos educan para no importunar a los demás, poco a poco se va gestando la creencia de que nuestras ideas, sentimientos y necesidades no son tan importantes. Como resultado, es bastante común que terminemos faltándonos el respeto a nosotros mismos. (Leer más en: Rincón de la psicología).
Comentarios
Publicar un comentario