La antropóloga que demostró que la violencia machista no tiene nada de natural

Una intuición fundamental del antropólogo Claude Lévi-Strauss le llevó a basar en el intercambio de mujeres la teoría del parentesco que explicaba la sociabilidad humana. Lo respaldaba la práctica milenaria de las bandas paleolíticas, los asentamientos neolíticos y las primeras sociedades históricas. ¿Razones? La prohibición del incesto, que obligaba a los hombres a conseguir esposas fuera del grupo de parientes consanguíneos, y el apremio por aliarse con los pueblos vecinos para evitar la guerra de todos contra todos. Las mujeres servían de moneda de cambio entre padres y hermanos de distintas tribus, que se asociaban al convertirse en suegros y cuñados. En resumidas cuentas: las mujeres fueron sometidas en beneficio de la supervivencia grupal y la cohesión social. (Leer más en: Noticias de la ciencia).

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