Ni castigo ni premios: así debe actuar ante las notas de sus hijos

Se acabó lo que se daba. El curso escolar ha llegado a su fin. Y con él, llegan las temidas calificaciones escolares. El final de curso debe ser un momento más de la vida familiar. No tire la casa por la ventana porque su heredero le ha traído un rosario de aprobados ni monte un drama porque ha suspendido todas.
¿Castigado por suspender?
Antes de arremeter con furia contra el chaval, pregúntese si le irrita el suspenso en sí o si lo que realmente le lleva por la calle de la amargura es comprobar que su vástago no ha alcanzado las altas expectativas puestas en él. Ahora replantéese si no eran excesivas. (Leer más en: El País).

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