Sexo más allá de los 50: entre la "viejofobia" y la aceptación de los cuerpos diversos
Piel firme y tersa, cierta dureza e incluso un olor distinto: el de la juventud. Si un cuerpo de 25 destaca por lo que carece, uno de 50, como es natural, lo hace por lo que acumula y, también -tiene poco sentido obviarlo- por lo que se descuelga. De todo esto, pero expresado de otra manera, habló la semana pasada el escritor francés Yann Moix y se armó la marimorena. «No podría amar a una mujer de 50 años porque me parece demasiado vieja. Prefiero el cuerpo de una mujer joven, el de una de 25 es extraordinario», afirmó en una entrevista en la edición francesa de la revista Marie Claire. Pero, en tiempos del #MeToo, no está el horno para bollos y menos para sexismo, de forma que se sucedieron las réplicas. (Leer más en: El Mundo).
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