Por qué nunca vas a ser feliz (y tampoco pasa nada)
Que entre el dolor y la nada William Faulkner elegía el dolor lo sabemos porque lo escribió en uno de sus libros más célebres, Las palmeras salvajes (1937), una novela en dos partes, o dos cuentos engarzados que destilan angustia a cada vuelta de página. Que entre el dolor y la nada, ahora, casi un siglo más tarde, tal vez prefiramos esta última se intuye porque, a las puertas de 2020, atravesamos con soltura y paso rápido una de las transformaciones más salvajes respecto al individuo desde que Freud dijera aquello de que somos uno y trino: el ello, el yo y el superyó. (Leer más en: El Mundo).
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