Sanar la herida de una traición

La traición es una de las experiencias más dolorosas que podemos vivir. No importa si se trata de la pareja, de los amigos o de un miembro de la familia. Siempre que quiebran nuestra confianza se abre una herida que tarda en sanar y que incluso a veces no sana nunca. Por supuesto, esta herida es mayor cuando quien traiciona es alguien de nuestra confianza. Ahora bien, no todas las decepciones pueden catalogarse como traición. En realidad, todos los seres humanos les fallamos a los demás alguna vez. Hay situaciones en las que no somos capaces de estar a la altura de las circunstancias y terminamos causándole una desilusión a quienes amamos. (Leer más en: La mente es maravillosa).


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