El arte de aprender a equivocarse para abrazar el error en nuestra vida
¿Recuerdas cuando eras niño y coloreabas esforzándote por mantenerte dentro de las líneas? ¿Recuerdas la frustración que experimentabas cuando los trazos se salían de los bordes del dibujo? Desde muy temprano nos encontramos cara a cara con el error y experimentamos los sentimientos desagradables que desencadena. Más tarde, cuando empezamos a ir al colegio, los errores adquieren una proporción mayor. Nuestros cuadernos se llenan de trazos rojos que nos indican que nos hemos equivocado. Nos señalan que nuestra respuesta no es la esperada y debemos cambiarla. (Leer más en: Rincón de la psicología).
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