¿Tu zona de amortiguación emocional es a prueba de estrés?
Los contratiempos suelen llegar sin previo aviso. Tocan a la puerta cuando menos lo esperamos para poner del revés nuestra jornada y a veces también nuestro mundo. Por desgracia, en la vida, no siempre podemos prever los problemas, evitar los conflictos o sortear las dificultades; pero podemos crear una zona de amortiguación emocional que nos permita minimizar el impacto de esas situaciones estresantes. Hace décadas, cuando se comenzaron a estudiar los efectos del estrés, los psicólogos apreciaron que existe una enorme variabilidad en las reacciones individuales a los principales eventos vitales negativos, como una enfermedad, la pérdida de una persona significativa o el desempleo. (Leer más en: Rincón de la psicología).
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