Cómo reconocer si alguien actúa con verdadera amabilidad (o es pura falsedad)
Como dice una vieja canción, todo es más fácil con un sonrisa. Y la amabilidad también es eso: sonreír puede ser el mayor regalo que podemos hacer a los que nos rodean. A menudo ser amable empieza por no descargar nuestros problemas sobre los demás, no juzgarles, no exigirles. Para disfrutar del "buen tiempo del corazón" hay que poner en práctica la amabilidad sin restricciones. Las oportunidades de ejercerla la amabilidad son casi infinitas. En cada momento y con cada persona tenemos una ocasión para aportar cariño y comprensión, las ondas positivas de un corazón sabio. (Leer más en: Cuerpomente).
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