Un cerebro en cambio constante hasta la adolescencia

 Que los niños son como esponjas no es ningún secreto para quien haya visto a un pequeño aprender palabras y habilidades con sólo repetirlas un par de veces. Sin embargo, esa plasticidad y esa capacidad de aprendizaje durante los primeros años de la vida sigue siendo un misterio para la neurología. Un nuevo trabajo, con participación española, podría ayudar a desvelarlo.

La clave, según puede leerse en la revista 'Science', está en el epigenoma, las instrucciones químicas que les dicen a los genes cuándo encenderse o apagarse y cómo comportarse, en definitiva. Mientras el genoma de un individuo, su ADN, permanece inalterable durante toda su existencia, este epigenoma es mucho más flexible y puede ir cambiando a lo largo de la vida.

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