El mito de los pies "sexys"

Los pies pasan al furgón de cola de las zonas erógenas. Suben enteros las manos (para ellos), la parte inferior de la espalda (para ellas), el contorno de los hombros y la parte interior del cuello. Y así llegamos a las orejas, y por supuesto a los labios, tan irresistibles para los hombres como para las mujeres.

Los órganos genitales empatan con los labios en el 'ranking', seguidos obviamente por los pechos (para ellos) y los pezones (para ambos), y a cierta distancia por el culo. A ellas les atrae la entrepierna masculina más de lo que se pensaba. Ellos encuentran más erótica la parte exterior de los muslos femeninos.

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