Creerse más que los demás y otras 3 diferencias en la manera de pensar de quienes viven en Occidente y Oriente

Cuando Horace Capron viajó a Hokkaido, Japón, en 1871, buscó señales de vida humana entre las vastas praderas, claros arbolados y amenazantes montañas negras. "¡Qué asombroso es que este rico y bello país (...) haya permanecido tan desocupado y casi tan desconocido como los desiertos africanos!", escribió. Pero a mediados del siglo XIX, temiendo la invasión rusa, el gobierno japonés decidió recuperar el norte del país, y reclutó a exsamuráis para que se instalaran en Hokkaido. En 70 años la población pasó de unos pocos miles a más de dos millones. Para el nuevo milenio, eran casi seis millones. (Seguir leyendo en: BBC Mundo).

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