Cómo engañar a tu cerebro para que los fines de semana parezcan más largos

Las semanas están mal organizadas. No tiene sentido que pasemos cinco días trabajando y solo tengamos libres los sábados y los domingos. Tendría que ser al revés: dos días trabajando (como mucho) y cinco descansando. Además de eso, los dos días del fin de semana transcurren volando, mientras que las horas que pasamos en la oficina más que avanzar, se arrastran. ¿Hay alguna forma de que el tiempo del fin de semana nos parezca (algo es algo) más largo? “La percepción del tiempo es muy subjetiva y no coincide con lo que marcan los relojes”, explica a Verne Ignacio Morgado, director del Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona y autor de Emociones corrosivas y La fábrica de las ilusiones. (Leer más en: Verne/el País).

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