Personas que no admiten sus errores, ¿a qué se debe?
Si equivocarnos nos hace humanos, admitir el error y pedir perdón debería hacernos (como dijo Alexander Pope) divinos. Sin embargo, vivimos en una época marcada por la aparente infalibilidad, ahí donde abundan las personas que no admiten sus errores, los políticos que no asumen las responsabilidades de sus desaciertos e instituciones que no aceptan el peso de sus equivocaciones. ¿Por qué cuesta tanto dar el paso hacia el reconocimiento de esos errores y falsedades? Por curioso que resulte, a menudo es resulta más probable que nos pidan disculpas por algo determinado a que se admita con valentía y claridad la existencia de un error o un agravio. Así nos lo demostró por ejemplo un estudio realizado en la Universidad Estatal de Ohio. (Leer más en: La mente es maravillosa).
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