Identidad oculta: El costo emocional de esconder quien eres

“Sé obediente. Estudia. Trabaja. Cásate. Ten hijos. Hipotécate. Mira la tele. Pide préstamos. Compra muchas cosas. Y, sobre todo, no cuestiones jamás lo que te han dicho que tienes que hacer”, escribió el monologuista estadounidense George Carlin. Vivimos en una sociedad que, aunque parece cada vez más permisiva y liberal, sigue juzgando cada uno de nuestros actos, condicionando así nuestro modo de ser y actuar. A veces esa presión social llega a ser tan fuerte, que podemos sentirnos “obligados” a esconder quiénes somos, características que nos definen pero que creemos que – por una u otra razón – no encajan en el entorno donde nos desenvolvemos. (Leer más en: Rincón de la psicología).

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