¿Sabías que tener un plan B puede hacer fracasar tu plan A?
Sea cual sea tu proyecto, puede fallar. No importa cuántos detalles consideres y anticipes, siempre pueden quedar cabos sueltos que hagan naufragar tu plan. Es duro, pero cierto. Ese proyecto en el que trabajaste tanto tiempo podría ser rechazado. Ese plan que preparaste con tanta ilusión podría irse por la borda. El éxito y el fracaso van de la mano. Para cubrirse las espaldas, una idea sensata consiste en crear un plan B. Tener un plan alternativo es como construir una red de seguridad. Saber que tienes una segunda opción si la primera fracasa es reconfortante desde el punto de vista emocional y te ayuda a combatir el miedo al fracaso, a lo desconocido y a la incertidumbre. Sin embargo...(Leer más en: Rincón de la psicología).
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