Necesitas –dar y recibir– cinco elogios por cada crítica
A veces, aunque no nos demos cuenta, mantenemos un estilo comunicativo demasiado crítico y hasta hostil. Y es que criticar nos viene espontáneamente, aprender a no emitir juicios de valor y aceptar sin juzgar son habilidades más complejas que demandan cierto entrenamiento. (...) En la práctica, notamos más los eventos negativos, su impacto es mayor que el de los sucesos positivos. Si una persona está de mal humor, tendrá una tendencia a recordar las experiencias negativas que ha vivido y le resultará más difícil recordar los buenos momentos.
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