¿Se puede ser demasiado guapo?


¿Cuánto más, mejor? ¿Siempre? A priori, seguramente la respuesta mayoritaria sea afirmativa. No importa si hablamos de dinero, belleza o inteligencia. Queremos más, siempre. Y es que, si estuviera en su mano tener el físico de Brad Pitt o igualar en atractivo a la modelo Gisele Bündchen, ¿por qué razón deberíamos renunciar a ello? ¿Cree que en algún momento de su vida hubiera preferido ser solo un ser humano del montón? Quizá exista un límite en el horizonte de la belleza o de la inteligencia al cual sería mejor no llegar. En definitiva, ¿es posible afirmar que se puede ser demasiado guapo o excesivamente inteligente?

Más información en: El Pais

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