La edad dorada de la sexualidad
Las demandas más habituales entre los hombres son: la dificultad de llegar o de mantener una erección y la falta de interés en el sexo, en alrededor de un 35% de los casos. También alcanzar un orgasmo muy pronto o no llegar a él y tener ansiedad durante el acto. En el caso de las mujeres son la falta de interés (en torno al 40%), las dificultades para lubricar y el dolor.
Hay un dato importante: "Por los estudios que se están realizando en residencias y viajes de la tercera edad se ha visto que en estos últimos tiempos ha habido un aumento considerable en las infecciones de transmisión sexual en esta población". Lo que puede tener dos lecturas, una de ellas es que sigue habiendo relaciones y otra que es necesaria la educación sexual en estos centros, pues "evidentemente al no estar preocupados por un posible embarazo, realizan sus prácticas sin protección".
La sexualidad, dicen los expertos, es un área fundamental e insuprimible en nuestra vida y el sexo es beneficioso en tanto que es fuente de salud y bienestar. Disfrutar de nuestra sexualidad nos ayuda a tener una buena imagen de nosotros mismos, eleva nuestro estado de ánimo y ayuda a protegernos del estrés y de estados emocionales de ansiedad y depresión. Por otro lado, asegura que el sexo en esta etapa de la vida trae consigo numerosos beneficios físicos: ayuda a fortalecer la musculatura y los huesos y a mantenernos en buena forma física, mejora el sistema inmunológico, porque a través de los pensamientos positivos y el buen humor que nos genera potencia la acción de los leucocitos.
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