Todos tenemos nariz de Pinocho


Puede ser que la nariz no crezca si mentimos, pero, desde luego, no se mantiene tal cual. Un estudio de la Universidad de Granda ha detectado que lo que en verdad ocurre es que el órgano nasal se calienta en esos casos, igual que sucede con el músculo orbital del ojo.

La aplicación de la termografía ha permitido describir el demominado efecto Pinocho, que no se limita a los casos en que no se dice la verdad. Así, por ejemplo, si realizamos un gran esfuerzo mental, desciende la temperatura en nuestra nariz, y ante un ataque de ansiedad, se produce una subida general de la temperatura facial. Así que no se sabe si Carlo Collodi, el autor de Pinocho, se lo inventó todo o versionó lo que él mismo sentía en su cuerpo cuando mentía.


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